Poner los medios necesarios para mantener y estrechar una amistad hace que en tiempos difíciles, en los que la vida se ausenta o se desprende, podamos obtener fruto. Jugamos a ser capaces de hacer memoria y retroalimentar nuestras estampas de recuerdo captando aquellos detalles que hicieron grande y placentera nuestra convivencia. Visionamos lo cotidiano y lo extraordinario que compartimos y arrojamos luz a lo aprendido. ¡Por los viejos tiempos!