Esto, lo otro y lo de más allá nos ponen en marcha día a día. Activamos todo tipo de mecanismos que nos reporten la fortuna de sentirnos bien. Y, aunque no todo movimiento es placentero y acertado dadas las infinitas circunstancias de cada cual, contamos con el dispositivo de non-stop: instantes, momentos o jornadas en las que la calma, la belleza y el asombro escampan a sus anchas por nosotros sin que hayamos tenido que mover un dedo. La vida.
La acción es todo, la vida, el placer.
Aurora roja – Pío Baroja