Siempre se ha dicho que el destino es caprichoso, que no obedece a motivos razonables. Los acontecimientos que estamos viviendo en este momento con las consecuencias de Covid19 parecen confirmarlo.
Ahora bien, ¿podemos poner límite a Don Destino de alguna manera para que no descontrole todo nuestro devenir de golpe y porrazo, tanto a nivel personal como profesional?
Por ejemplo, podemos crear rutas que marquen diferentes destinos y cuya elaboración haga que aparezcan nuevas e inesperadas suertes en nuestra vida. Para ello, necesitamos más que nunca fieles aliados como la coherencia con nuestros pensamientos, firmeza de actuación, paciencia y mucha constancia. No es fácil, pero pocas cosas lo son, lo bonito es averiguar por qué. En el momento que damos con la respuesta casi siempre aminora la dificultad.
Llegados al convencimiento de que somos capaces de marcarle a nuestro futuro rutas alternativas, los humos del destino bajan a la par que nuestro grado de incertidumbre: atisbamos horizontes distintos, pues vamos indicándonos qué puntos no queremos sobrepasar, cuáles queremos descartar y si es conveniente o no dar un rodeo para no acelerar procesos y evitar quedarnos a medio camino. Sin embargo, lo que ya tenemos claro es que estamos en marcha.
En consonancia con mis deseos, he concertado una primera cita para marcar posibles rutas de destino recogiendo estas ideas en un vídeo muy breve llamado ME-MAP.
¡Hagámos un hueco en el destino que nos toca, pero personalicemos y eduquemos juntos sus caminos!
