Sabemos que el proceso de enseñanza-aprendizaje no es tan solo una cuestión de conocimientos, sino de modos de razonar. Hemos de conocer para comprender, de pensarnos y de pensar el mundo que nos rodea con el fin de entenderlo, pues el pensamiento nos ayudará a gestionar mejor nuestras acciones en él.
Las palabras dirigen nuestra manera de conocer y pensar en el mundo; las preguntas bien formuladas nos ayudan a comprender, a integrar la información nueva dentro de la que ya conocida; podremos tener la posibilidad de descubrir opciones válidas de respuesta que irán consolidando nuevos aprendizajes desde lo que sabemos.
Me parece una experiencia didáctica interesante construir preguntas para fomentar el pensamiento. En Revista de Educación encontramos la publicación de CÓMO FORMULAR PREGUNTAS PARA FOMENTAR EL PENSAMIENTO donde se resalta su potencial educativo.
