Dar paso a la positividad cuando existe el azote continuado de una realidad adversa es altamente complejo. Desviar el desánimo, la tristeza y el miedo se convierte en toda una proeza. Este es el gran reto y en él, mi más merecido reconocimiento a las personas que colaboran con la causa, cuyo esfuerzo por combatir emociones negativas ayudan invitando a la sonrisa. Aquellas que invocan el uso de este instrumento con la intención de transmitir algo de calma y alegría en la afrenta, y que al mismo tiempo permite revalorizar el sentido y la necesidad de construir entre todos nuevos escenarios. “What can´t be cured must be endured”