Las metas suelen marcar largos recorridos. En ellas planeamos y nos comprometemos con un fin que va saciando nuestros ansiados deseos. Honra merece este mecanismo de arranque que favorece el que descubramos diferentes lugares y personas, que nos regala historias y vivencias dignas de narrar. Cada cual señala sus propias intenciones y el destino se encarga de precisar el porcentaje de logro. Lleguemos a donde lleguemos lo importante es que nos sirven como coartadas para disfrutar de viajes vitales particularmente legendarios.