Siempre y cuando los acontecimientos escapan a nuestro entendimiento, dejan de agradarnos o se encaprichan en enredarnos, tenemos escapatoria. Podemos escoger el desvío de la imaginación y construir libremente otros mundos escondidos. De este modo, disfrutamos de un paseo aireando y embelleciendo nuestros pensamientos. Damos un rodeo y obtenemos significados diferentes de la realidad. ¡Toda una aventura!